LA VIDA ES DIFíCIL
Érase una vez Juan un chaval de 15 años que vivía en un pequeño pueblo en
las afueras de Madrid. Vivía con sus padres Clara y Luís y no tenía hermanos.
Iba al instituto como cualquier otro chico de su edad. Sus notas no eran precisamente
muy buenas y sus padres cada trimestre le metían una bronca brutal. Tenía
buenos amigos, pero él no los valoraba.
Juan y sus padres tenían constantes discusiones, porque Juan decía que su
vida era deficiente y estaba harto de que sus padres le dijeran lo que tenía
que hacer, y que cuando cumpliera los 16 se iría del pueblo. Los padres
ingenuos, por los demás intentos que hizo el Chico, no se lo creyeron.
Llegó el día esperado, su cumpleaños, eran las 7 de la mañana, no había
nadie despierto, él ya con sus 16 años
salió del pueblo creyéndose el centro del universo. Al llegar a Madrid tenía
hambre y set, pero tuvo que retenerse para no llorar.
Se preguntaba, como podía haber llegado a ese punto. Tenía frio y no sabía qué
hacer, pero más que el frio, era que tenía mucha hambre.
Entró en un supermercado para robar un poco de comida, pero un guarda lo
vio y lo llevó a la policía. Desde allí llamaron a sus padres, que como rayos,
acudieron de inmediato.
Pagaron la denuncia y se llevaron a Juan. Juan sabía que posiblemente le
caería el mayor castigo de su vida, pero se dio cuenta que sin sus padres no
hubiera sabido salir de aquella situación y pensó que a lo mejor sus padres no
eran los que más molaban, pero eran los que estaban allí cuando más lo necesitaba.
Victor Chavero
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